Alberto de Castro
Cláusulas de EARN-OUT en contextos de incertidumbre (como el COVID19)
Intentando no empezar de una forma demasiado filosófica, el futuro siempre tiene incertidumbre, y en lo que a los negocios se refiere más: casi el 20% de las empresas españolas fueron creadas hace menos de 2 años, y sólo el 15% existían hace 20. Y esto no refleja las grandes variaciones que, al alza o a la baja, puede experimentar su negocio durante su vida.
Esto impacta generalmente en el valor de las compañías. Una mayor incertidumbre, o un mayor riesgo relacionado con la sostenibilidad (o el crecimiento) futuros del negocio, se traduce en mayores tasas de descuento y menores estimaciones de valor.
La incertidumbre en los procesos de compraventa
Hasta aquí, comprador y vendedor de una hipotética transacción podrían pensar de forma similar. Pero un futuro menos claro también abre la posibilidad de expectativas diferentes acerca del mismo y, en un contexto de negociación, las partes tienen a optar por escenarios favorecedores a sus intereses: agresivos en el caso del vendedor, para recibir un precio mayor, y conservadores en el caso del comprador, para pagar un precio menor.
El Covid-19 parece haber ensanchado esta brecha, al llevar ya un tiempo conviviendo con nosotros y afectar a la práctica totalidad de negocios. Se ha generado un alto nivel de incertidumbre en el mercado y, de paso, en las valoraciones de las compañías. En este contexto, aparte de un miedo o una precaución extra (la reacción habitual ante el peligro de la incertidumbre) las posturas de comprador (buscando gangas) y del vendedor (reacios a aceptar ofertas a la baja) están más distantes que nunca, destruyendo por el camino el valor de algunos negocios por impactos financieros que no están capacitados para asumir, llevando incluso a obligar a malvender ante el peligro de quiebra, si no liquidar, negocios que podrían ser viables.
Cláusulas EARN OUT
Cuando los adquirentes y los accionistas de una empresa (objeto de venta) llegan a un impasse en la negociación (sobre todo si el valor de la compañía es susceptible de variar significativamente en un futuro próximo), es habitual que surja la figura del Earn-out: una cláusula mediante la cual una parte del precio depende del rendimiento futuro de la empresa.
El precio tiene un componente fijo, normalmente pagadero al cierre de la transacción, y otro variable (el Earn-out), aplazado, que se satisfará en función de las magnitudes futuras que se definan (idealmente no-interpretables, pero fácilmente verificables, tales como EBIT, EBITDA, Beneficio Neto o Ingresos), en el momento en que estas se materialicen.
Con ello, se pretende cubrir la diferencia entre las distintas valoraciones de la compañía de comprador y vendedor que, en ambos casos, maximizarán su valor, permitiendo la perfección de la operación que, de otra forma, se hubiera estancado.
Precauciones
La figura del Earn-out puede generar una alta litigiosidad. Es aconsejable definir de forma muy precisa las condiciones para su devengo y pago, la magnitud financiera y su cálculo, y los mecanismos para evitar posibles alteraciones (intencionadas o no) de la misma, así como procedimientos de resolución de conflictos. El vendedor también puede solicitar una cuenta de depósito (escrow account) u otras formas de garantía del pago.
Contabilización
De cara a la contabilidad de la combinación de negocios, de acuerdo con NIIF 3 (39) La contraprestación contingente se reconocerá (como parte de la contraprestación) por su valor razonable a fecha de transacción, como pasivo financiero o patrimonio neto (NIC 32, 11). En algunos supuestos, se ajustará por la modificación en el valor razonable, amortizándose completamente cuando se produzca, o cuando expire.
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